jueves, 1 de septiembre de 2011

Investigadores Argentinos desarrollaron un material que convierte barro en asfalto‏

http://www.lanacion.com.ar/912312-un-material-convierte-barro-en-asfalto?utm_source=p-compartirfb  Las lluvias de marzo y abril hicieron que los tamberos de Santa Fe perdieran hasta el 30% de la producción lechera “en origen”: los camiones se enterraban hasta los ejes en un barro como jabón y no podían llevársela a la usina.
Sin embargo, el problema que causan las arcillas sódicas de los caminos podría resolverse con unos hidrocarburos sulfonados que aplicados sobre la peor traza de tierra le confieren una dureza de asfalto. Y a menos de la mitad del costo de un enripiado, el acabado más barato en materia de mejoramiento vial.
Las experiencias “a campo” que prueban esta afirmación se hicieron en las localidades de Suardi, Santo Tomé (Santa Fe), Devoto (Córdoba) y Selva (Santiago del Estero), sobre un total de 16 tramos de camino de 500 metros cada uno. Lamentablemente, este desarrollo conjunto entre la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Setcyp) y el Ejército Argentino se quedó sin sponsor porque fue abandonado por la institución castrense, junto con otros proyectos tecnológicos.
En 2003, los ocho kilómetros tratados se volvieron tan duros e impermeables a la lluvia que finalmente hubo que agregarles una capa superficial de pedregullo molido para dejarlos más rugosos. ¿Por qué? Porque cuando llovía, los neumáticos patinaban encima de la arcilla, que había quedado pulida y dura como una baldosa mojada.
Las pruebas comparativas permitían anticipar que tales mejoras soportarían los mismos seis años de tránsito y lluvia que un asfaltado cabal. Pero el costo del sulfonado con 5 centímetros de pedregullo añadido, a 22.000 y 25.000 pesos por kilómetro tratado, era la mitad del de un enripiado mucho menos duradero, tratamiento que en 2004 cotizaba a entre 32.000 y 53.000 pesos por kilómetro mejorado. En ese año, el hormigonado (seis veces más durable que el asfalto y el sulfonado, y fuera de alcance para casi todo productor particular) costaba 250.000 pesos el kilómetro, diez veces más.
Caminos a medida
Las “sulfonas camineras” fueron desarrolladas a la medida de los productores más asediados por el barro y parecen adaptarse bien a seis distintas clases de suelos típicamente criollos. Con cambios de fórmula dirigidos a las distintas arcillas del resto del país, las sulfonas podrían haberse diversificado en una panoplia de productos específicos para otros ecosistemas problemáticos y emblemáticos, entre ellos la estepa patagónica.
Es que no hace falta un clima lluvioso para quedarse sin caminos. Las arcillas son moléculas cuya particularidad más perversa es que les alcanza con una simple llovizna de desierto para formar barrizales infranqueables y de larga vida. Y esto es notorio en Chubut y Santa Cruz, donde las arcillas blancas, que la gente llama “guadales”, almacenan el agua caída durante semanas enteras, imposibilitándole evaporarse o infiltrarse.
Las arcillas de nuestros caminos, por su estructura molecular llena de recovecos, atrapan agua como esponjas, y entonces se hinchan hasta triplicar su volumen, generando barros fofos y de larga vida. Cuando finalmente se secan a dureza de adobe, quedan esculpidos profundos huellones donde el más robusto camión puede romper una punta de eje.
Trampas “anticamión”
La paradoja es que, semanas más tarde, estas trampas anticamión se desintegran en polvo volátil. El viento socava el camino y éste va quedando como enterrado en el relieve. Inevitablemente, al volverse una cubeta, acumulará aún más agua con la lluvia siguiente.
Las sulfonas son moléculas con una cabeza hidrofílica (que atrae el agua) seguida de una cadena hidrofóbica (que la rechaza), y rompen este círculo vicioso. Bloquean las arcillas en forma muy duradera, aumentando 1,5 veces su volumen y dándoles estructura. Cuando llueve, las moléculas de agua no logran penetrar en los huecos moleculares de las arcillas: son rechazadas por las cadenas hidrofóbicas de las sulfonas. Pero además, las sulfonas “cierran” las moléculas de arcilla como un corcho una botella: tanto para la entrada como para la salida. Y lo de la salida importa, porque al deshidratarse totalmente, algunas arcillas se compactan a menos de la mitad de su volumen habitual.
Esto explica que un camino arcilloso tratado con sulfonas adquiera una considerable estabilidad. “No se entera” de la lluvia, de la seca o del viento.
La cantidad, calidad y diversidad de entidades involucradas en este desarrollo dan la pauta de que mucha gente apostó a que este proyecto llegara a buen puerto. Las pruebas a cielo abierto las realizaron el mencionado IESE y la Escuela Superior Técnica del Ejército (EST), mientras que del diseño molecular de las sulfonas se ocupaba el Laboratorio de Química Fina, formado por el Intec-Ceride- Conicet y Fundación Vintec. Todo esto se hizo bajo acuerdo de colaboración entre el Ejército Argentino y la Sectyp, firmado a fines 2001.
Si este proyecto se revitalizara, los productores de la mayor cuenca lechera del mundo, que es la del sur de Santa Fe, y tal vez también los bonaerenses y cordobeses, podrían mejorar mucho sus negocios.
 

OTRA ESPERANZA MAS CONTAR EL CANCER !!

ESPERANZA CONTRA EL CANCER !!
Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de septiembre de 2011, p. 2
Los Ángeles, 31 de agosto. Investigadores demostraron por primera vez que una única inyección intravenosa de un virus genéticamente modificado puede controlar el cáncer, al eliminar las células tumorales en los pacientes sin dañar el tejido saludable.
Los científicos han tenido durante décadas la idea de usar virus para alertar al sistema inmunológico a que busque y destruya células cancerosas. Ese interés tomó más impulso en años recientes, a medida que los avances en ingeniería genética les permitieron personalizar los virus que apuntan a los tumores.
El área recibió un fuerte incentivo en enero, cuando la gigante biotecnológica Amgen acordó pagar mil millones de dólares por BioVex, desarrollador del virus experimental OncoVex para luchar contra el cáncer.
Sin embargo, el único virus oncolítico aprobado hasta el momento por una agencia reguladora es para el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, en China.
En un estudio publicado este miércoles en la revista Nature, científicos de la Universidad de Ottawa y la compañía biotecnológica privada Jennerex dijeron que un ensayo pequeño y en etapa inicial de la terapia viral experimental JX-954 reveló que infectaba de manera consistente a los tumores, con efectos colaterales mínimos y temporales.
El virus experimental será probado luego en ensayos de etapa intermedia sobre pacientes de cáncer hepático.
Con la quimioterapia se obtienen efectos colaterales drásticos, dijo el doctor John Bell, jefe científico de Jennerex y experto del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa.
Los pacientes que reciben este tratamiento sólo tienen síntomas de gripe 24 horas y nada más, añadió.
El ensayo, que incluyó a 23 pacientes con varios tipos de cáncer avanzado, se diseñó para evaluar la seguridad del JX-954. También halló que seis de los ocho pacientes que recibieron las dos dosis más altas vieron sus tumores estabilizarse o encogerse.
Siete pacientes presentaron evidencia de multiplicación viral en sus tumores, pero no en los tejidos normales.
El doctor Bell señaló que el próximo paso es un ensayo en Fase IIb de la terapia viral, sobre 120 pacientes de cáncer de hígado denominado carcinoma hepatocelular.
El autor indicó que ensayos anteriores sobre el JX-954 mostraron una actividad realmente fuerte sobre el cáncer hepático. Debido a que algunos tumores de hígado son causados por virus –como el de la hepatitis B–, la teoría es que esas células tumorales serían más susceptibles a un segundo virus.
JX-954 deriva de una cepa del virus alguna vez comúnmente usado para vacunar a los niños contra la viruela. Sabemos que es muy seguro, indicó Bell.
El autor señaló que debido a que el virus puede aplicarse por vía venosa, y expandirse por el cuerpo, podría limitar la capacidad de las células cancerosas de diseminarse y hacer metástasis.
para mayor info, fijense es de la agencia internacional REUTERS